No se si estoy mutando, o apenas ascendiendo, solo se que me siento diferente
Pertenezco a una raza llamada humana, pero que no me esta sirviendo, salvo algunas excepciones de modelo a seguir.
Cuando observo lo que me rodea, y detengo mi caminar miro las ciudades de hormigón donde nos encarcelamos nosotros mismos, de lo que debiera ser nuestro ambiente natural.
Comercializamos un trozo de tierra que decimos ser nuestra, pero que en realidad pertenece al Universo. Pero sin entrar en ideas filosóficas.
Solo se que mi universo esta allí, en la libertad misma, fuera de esas construcciones irracionalmente concebidas, convirtiéndose en nuestras mayores armas de destrucción.
Creamos armas, que según sostenemos, son elementos esenciales para nuestra defensa personal, y nacional.
A quien enfrentamos realmente, de quien nos debemos de cuidar.
Irrespetamos cada día nuestro Mundo y luego gestionamos leyes para evitar la catástrofe apocalíptica.
Muchas veces me pregunto, porque la urgencia y necesidad de llevar un reloj en la muñeca, seguro sé tu respuesta, fue la mía también.
Pero me siento algo diferente, cuando me llenan otras cosas que lo usualmente satisfacen a los demás.
Reitero cada idea que transbordo en mi interior, cuando me encuentro cosas como estas, más que disfrutarlas de esta manera, en mi escasa posibilidad las me regocijo formando parte de ello, observándolas de cerca.
Será que somos más listos que la Naturaleza cuando le robamos protagonismo. Abiertamente creo que no. Más que eso tengo la convicción de lo que hacemos es ridiculizarnos, y exponernos a nuestras propias invenciones.
Pertenezco a una raza llamada humana, pero que no me esta sirviendo, salvo algunas excepciones de modelo a seguir.
Cuando observo lo que me rodea, y detengo mi caminar miro las ciudades de hormigón donde nos encarcelamos nosotros mismos, de lo que debiera ser nuestro ambiente natural.
Comercializamos un trozo de tierra que decimos ser nuestra, pero que en realidad pertenece al Universo. Pero sin entrar en ideas filosóficas.
Solo se que mi universo esta allí, en la libertad misma, fuera de esas construcciones irracionalmente concebidas, convirtiéndose en nuestras mayores armas de destrucción.
Creamos armas, que según sostenemos, son elementos esenciales para nuestra defensa personal, y nacional.
A quien enfrentamos realmente, de quien nos debemos de cuidar.
Irrespetamos cada día nuestro Mundo y luego gestionamos leyes para evitar la catástrofe apocalíptica.
Muchas veces me pregunto, porque la urgencia y necesidad de llevar un reloj en la muñeca, seguro sé tu respuesta, fue la mía también.
Pero me siento algo diferente, cuando me llenan otras cosas que lo usualmente satisfacen a los demás.
Reitero cada idea que transbordo en mi interior, cuando me encuentro cosas como estas, más que disfrutarlas de esta manera, en mi escasa posibilidad las me regocijo formando parte de ello, observándolas de cerca.
Será que somos más listos que la Naturaleza cuando le robamos protagonismo. Abiertamente creo que no. Más que eso tengo la convicción de lo que hacemos es ridiculizarnos, y exponernos a nuestras propias invenciones.
The Magic Hour from Ray Paunovich on Vimeo.