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sábado, 18 de octubre de 2008

Una sóla verdad....


Dicen que lo verdadero esta únicamente en el instante en que miramos
Esa imagen que lentamente se adentra a nuestra mente va mutando hasta hacerla historia,
y es cuando el ser humano cambia radicalmente la veracidad de lo que realmente sucedió.
Conocí una historia de una amiga, que conocía una pareja felizmente unida, enamorada.
Esa tarde mi amiga Lucía, observó como Julián abrazaba con intensidad a una hermosa mujer de cabellos negros.
Sintió inmensa indignación pues veía como Julián era infiel a María.
Decidió seguir a Julián todo el día, tomo una y otra foto con el celular a modo de probar ante María la traición de Julián.
Julián y esa hermosa mujer sentados en la plaza conversaron por horas, mientras él le tenia puesto la mano sobre el hombro.
Ella una y otra vez con su mano rozaba la rodilla de Julián.
Mi amiga creo que sentía impotencia y decidió ir al encuentro de María, más antes le alerto de la infidelidad de Julián.
Motivo por el cual por instante sintió estremecer de miedo y coraje.
Cuando se encontraron ambas, María lloraba y se sentía vilmente traicionada por quien tanto amaba.
Lucía con lujo de detalles describió la escena una y otra vez aseguraba tener las pruebas necesarias para descubrir a Julián.
Creo que María, sintió que su alma se destrozaba en mil cristales, llena de miedos prefirió ver con sus ojos las imágenes que Lucía capto con su celular.
Al mirarlas, exploto entre llantos y risas que nadie podría comprender. Lucía no comprendía su reacción y le pregunto a María el motivo de su risa.
María le explico a Lucía, que desde hace cuatro años la hermana de Julián vivía en las afueras de la ciudad, por desabenencias varios no se hablaban por un mal entendido, que el día anterior Julián recibió una llamada dónde su hermana le dijo que en el transcurso de la semana vendría a la ciudad y tendría urgencia de hablar con él.
Esa mujer a quien Julián abrazaba tan efusivamente era su Hermana, con quien conversaba tratando de restablecer la amistad que les unía, así que Lucía no supo dónde enterrar su pena al ocasionar tanto dolor inicialmente.
María llamo a Julián, y le invito a él y a su hermana a merendar para presentarle a Lucía. Invitación que alegro inmenso a Julián pues deseaba compartir con quienes amaba el reencuentro con su hermana.

Yo te susurro entonces: que jamás trates de buscar la historia de lo que ves. Pues te podrías encontrar con un mar de opciones nefastas tal vez, pues la verdadera historia solo la pueden contar sus protagonistas.

Si alguien te pregunta que vieron tus ojos, tan sólo di lo que ellos registraron, no lo que creías ver.

Cuando la inconsciencia toma el mando, la razón se pierde, los sentimientos emergen y las aguas vertidas no se suelen poder recoger.
María Lasalete Marques ®