Papa:No me pegues.
Tus golpes no solo hieren mi cuerpo, ¡golpean mi corazón!
Me hacen duro y rebelde, terco torpe y agresivo.
Tus golpes me hacen sentir miserable, pequeño e indigno de ti… mi héroe, me llenan amargura, bloquean mi capacidad de amar, crecen mis temores y nace en mí el odio.
Papi tus golpes me alejan de ti, me enseñan a mentir, cortan mi iniciativa, mi creatividad y mi alegría.No me des más golpes.
Soy débil e indefenso ante tu fuerza, tus golpes enlutan mi camino y sobre todo, endurecen mi alma.
La fuerza de tu razón es superior a la fuerza de tus golpes, si crees que no te entiendo aun, te prometo que ¡Pronto lo haré!
Más poderosos que tus golpes, más efectivos y grandiosos son: tu afecto, tus caricias, tus palabras y tus besos.
Papito, tu grandeza no esta en el poder de tu fuerza física.
Eres mucho más cuando no necesitas de ella para guiarme.
Solo abrázame y permítete seguir siendo mi héroe para toda la vida.