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martes, 8 de junio de 2010

Flor del Desierto



Siempre una historia, dónde me percato la crueldad del Hombre, pensar que atesoramos en el interior de nosotros el don de los sentimientos, y mancillamos a diario nuestra condición humana, volviéndonos seres racionalmente dependientes de anti valores, somos capaces de encapsular y mutar nuestra misma esencia, olvidando que un día estuvimos en el vientre de una mujer, fuimos dulcemente acunados entre sus brazos, y sus murmullos fueron nuestro primer contacto con el aglutinar de melodías, que protegieron como fieras nuestras vidas. Nos olvidamos que analíticamente somos iguales. Al nivel genético y embrionario, con una funcionalidad distinta, pues mi cuerpo abraza el renacer de la vida, en mi vientre esa semilla brota, surge, palpita, y toma su propia esencia. El hombre por décadas, siglos y hasta milenios, ha querido demostrar su fortaleza, y se olvido de la resistencia de la mujer, su capacidad.
Es un ritual de iniciación en origen realizado a las niñas de algunos países de África, Oriente Medio y otros. La costumbre es de procedencia incierta, aunque hay algunas versiones que afirman que comenzó en el antiguo Egipto y a partir de allí se extendió a África. Aunque se localiza sobre todo en la zona centro-africana, esta práctica no se limita al continente africano, pues se sabe que esta práctica también ocurren en varios países de Asia, América, Australia e incluso Europa. La aplicación de la ablación es más común hoy en día de lo que lo era en periodos anteriores.

En muchos casos como rito de iniciación a la edad adulta, actualmente este motivo está disminuyendo debido a la prohibición de su realización en muchos países. En algunos casos se recurre a tradiciones religiosas para argumentar en su favor, pero lo cierto es que este tipo de mutilación está prohibida en el Islam[2] y en el cristianismo[cita requerida].

La pérdida casi total de sensibilidad es la principal consecuencia para las afectadas, con el añadido trauma psicológico. Hay mujeres que mueren desangradas o por infección en las semanas posteriores a la intervención, ya que se realiza casi siempre de manera rudimentaria, a cargo de curanderas o mujeres mayores, y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos o cuchillas de afeitar y nunca en centros sanitarios.
La Ablación genital es una de las prácticas que aún se realizan en el mundo, miles de mujeres son sometidas a esta abominable practica