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martes, 28 de julio de 2009

Desgarre del Corazón, muerte del Alma

Solemos juzgar a quienes por alguna razón fueron autores del abandono de un menor, he oído con atención muchas historias de Madres e Hijos, familias desmembradas, que han sido protagonistas de estas historias.
Y hoy puedo decir que si duele sentirse abandonado por aquella persona que creemos que nos debió acompañar mas allá del traernos al mundo, duele de igual manera el desprendernos del ser que amamos.
No quiero entrar en la polémica hipócrita,” Un hijo no se abandona” del que yo no haría esto o aquello, solo puedo expresar, lo que esas historias me han hecho ver,, las dos versiones y me han hecho comprender mi limitado entender, la perdida sea cual sea ella deja profundas huellas, el deseo de saber que paso, el porque, solo cabe a los protagonistas responderlas.
Madres que se han sentido muertas en vida, cuando les han arrancado sus hijos de sus brazos, cuando por necesidad han claudicado de ese derecho natural, confiadas que alguien les brindaría un mejor vivir.
Hijos cuyos recuerdos, son el cariño mendigado ofrecido por tutelares del menor, por las barandas de metal de una cuna carente de afectos familiares, un mundo sin respuestas y muchos incluso albergando ese sentimiento de culpa que se endosan como para dar una razón a ese abandono.
Hace falta arroparse con la piel de esos protagonistas, para conocer la verdadera historia.
El dolor que esas pérdidas infringen en el alma corroyendo el sentimiento.