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jueves, 11 de noviembre de 2010

El hombre del Adiós.


Cuando algún día, veas una persona en la calle, y que extendiendo su brazo te regala un saludo, no mires en el un demente, o un error, devuélvele con una sonrisa su gesto amable, pues muy en el fondo, puede que apenas ese gesto marque una gran diferencia.

Este hombre que hoy murió, conocido como el Hombre del adiós durante años, en su soledad regalaba en una calle de Lisboa un saludo a quien pasaba. Los saludos devueltos, las sonrisas, e incluso quienes se detenían para darle la mano, llenaron su vida solitaria en instantes inmemorables para él.

Cuando viajamos a regiones en el interior, vemos como los lugareños regalan sus saludos a quienes transitan sus calles, creo que muchos tendrán alguna historia de estas que recordar, quienes vivimos en grandes ciudades, solemos olvidar el calor humano, y nos encerramos en nuestro mundo, creando nuestra misma soledad.

Creo que este hombre, simple, jamás será olvidado por quienes un día extendieron sus brazos para devolverle ese gesto lleno de Humanidad.